Alojamiento Seguro y Limpio de COVID-19

Vías Romanas de Orgaz

17 Mar

Vías Romanas de Orgaz

Texto Original de http://www.villadeorgaz.es/orgaz-caminos-romanos.htm

Dada la amplitud del territorio del imperio romano era fundamental la existencia de una red viaria que facilitara una comunicación eficiente. Por esto se construyó una extensa red de calzadas, que articulaba el territorio facilitando la actividad económica y las relaciones sociales  y que hacía posible el desplazamiento de los ejércitos y con ello la defensa de los núcleos de población.

Tras la conquista de nuevos  territorios los romanos  inmediatamente reparaban  y mejoraban los principales caminos existentes   y construían nuevas vías, que generalmente, convencidos de que era la única forma de controlar el  territorio y promover  su desarrollo.

Red viaria ibérica

En la Península ibérica se configuró una red de calzadas que conectaba con el resto del territorio imperial uniéndose a la red de las Galias por la Junquera, Somport y Roncesvalles, siendo estas las vias principales:

  • La Via Augusta recorría el sur y el este peninsular por la costa mediterránea desde Cádiz.
  • La Vía de la Plata corría de norte a sur: Astorga, Mérida, Sevilla, Cádiz
  • Dos vías discurrían por el valle del Duero penetrando una en Galicia por el puerto de Foncebadón hasta Betanzos, terminando en Roncesvalles  y la otra en Zaragoza.
  • Por el sur había otras dos  que seguían más o menos el valle del Guadalquivir y del Guadiana, enlazando con la Via Augusta.
  • Por la Meseta cruzaban dos calzadas, una desde Benavente hasta las Lagunas de Ruidera y otra desde Mérida hasta Zaragoza y Tarragona, encontrándose las dos en Titulcia (cerca de Madrid)

Esta red de calzadas se fue construyendo  en tiempos de Augusto, Tiberio, Trajano y Adriano. Se ha calculado  que la red viaria hispana tuvo una longitud de 11.000 km o quizás más. Los caminos romanos ha pervivido durante siglos:

“La adecuación de la red viaria romana a los caminos naturales y a las necesidades estratégicas se comprueba por su persistencia a lo largo de la
Edad Media y en buena parte en tiempos posteriores, en España, hasta el
siglo XVIII cuando la centralización y los planteamientos radiales desde
Madrid llevaron a un plan nacional de distinta concepción.
[…]
… la realidad es que muchas vías medievales y modernas se asientan sobre otras romanas, sin que podamos saber lo que se conserva de éstas.” (2)

Tipos de vías

Las vías romanas solían estar empedradas o enlosadas, aunque también las había simplemente explanadas. Esta variedad  constructiva da origen a los diversos  tipos de  vías, que también tiene que ver con su importancia, y que recibían los siguientes nombres:

  • Terrenae: caminos hechos de tierra, que eran las más comunes.
  • Glarea stratae: camino empedrado con cantos rodados.
  • Silice stratae:  camino enlosado con piedras de medio tamaño.
  • Calzadas: caminos que unían las grandes ciudades, con una construcción más consistente.

No era extraño que en una misma vía se alternaran tramos de distintas clases.

Las calzadas podían tener  hasta un metro de espesor, conformado por una serie de capas (3):  

  • El statumen o cimientos que se adecuaban a las características de la zona.
  • El rudus, una capa de cascajos sobre los cimientos.
  • El nucleus, directamente encima del rudus se extendía arena y cal mezclada con cantos rodados y todo ello apisonado.
  • El pavimentum –summa crusta o summa dorsum-, de losas encajadas con piedras más pequeñas y esquirlas metálicas. Su superficie estaba peraltada en las zonas necesarias y ligeramente abombada, para la evacuación del agua de lluvia.

Los caminos necesitaban atravesar montañas y pasar sobre grandes ríos, construyéndose para ello puertos de montaña y puentes, fijos y estables.

Fuentes y bibliografía

El Itinerario de Antonino

El documento más importante y más antiguo que describe la red viaria en la provincia romana de Hispania  es una recopilación de rutas de todo el Imperio romano conocida como Itinerario de Antonio Augusto Caracalla. Se supone que fue redactado en el siglo III d. C., aunque sólo se conservan copias del siglo siguiente (4).

Describe 372 itinerarios, de los que 34 discurren por la Península Ibérica. Recoge  únicamente los caminos más importantes, los que constaban en el Registro del Pretor, sin preocuparse de los de menor categoría. Se ha pensado que el Itinerario estaba destinado a facilitar la recaudación de tributos, o que estuviera relacionado con el ejército, el correo, las obras públicas,  etc.  más que una guía para viajeros.

En cada itinerario o ruta da información de las mansiones (6), correspondencias con otros caminos y las distancias (millas).

Se trata de un documento excepcional sobre la geografía de época romana, en el que se describen de forma  precisa  caminos y rutas, con un  esquema simple facilitando la siguiente información para cada itinerario: Su denominación,  el punto de partida,  el punto de llegada, el número total de millas; y se completa con la enumeración de las mansiones intermedias (lugares de parada y avituallamiento) con la distancia entre ellas.
Muchos de los itinerarios van en zig-zag, y no responden a un trazado uniforme y lógico, seguramente, según los estudiosos, porque estas rutas eran los recorridos que los administradores hacían para el cobro de los impuestos. Así vemos cómo la “Vía Augusta”, Cádiz-Roma, se representa en este antiguo documento como la suma de varios tramos de distintos itinerarios.

A finales del siglo XIX el ingeniero Eduardo Saavedra, cuyo trabajo(5)supuso la primera sistematización del estudio de las vías romanas en España,  asignó un número a cada una de las 34 vías hispánicas citadas en Itinerario Antonino con los números I al XXXIV, numeración con las que se les conoce habitualmente.


Otras fuentes

Existen otras fuentes itinerarias clásicas importantes que no puedo por menos que mencionar, aunque no aporte  más información sobre ellas, como las siguientes: Anónimo de Rávena, Tabula peutingeriana, Papiro de Artemidoro, Vasos apolinares, Tabletas de Lépido, Guidonis Geographica.

Bibliografía

De la abundante bibliografía viaria existente, para nuestra investigación son muy interesantes y útiles otras fuentes bibliográficas secundarias, de las que destaco las siguientes:

  • ARIAS, G.: Repertorio de caminos de la Hispania romana, La Línea de la Concepción, 1987
  • ARIAS, G.: Mapa índice de las vías romanas de Hispania .—Disponible en: http://www.gonzaloarias.net.
  • CARRASCO SERRANO,  G. : Comunicaciones romanas del ámbito provincial de Toledo en las antiguas fuentes itinerarias.—En Espacio, Tiempo y Forma, Serie II, H.» Antigua, t. 8, 1995, págs. 299-313
  • MORALEDA Y ESTEBAN, Juan: Vía romana entre Toledo y Ajofrín, Orgaz y Yébenes.- En Boletín de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, (1919 octubre, primera época, nº 5), pp. 213-221.- Disponible en : http://biblioteca2.uclm.es/biblioteca/ceclm/ARTREVISTAS/Brat
  • MORALEDA Y ESTEBAN, Juan: Calzada secundaria entre Toledo y Los Yévenes.- En Boletín de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, (1928 oct./dic., primera época, nº 36-37), pp. 210-213.- Disponible en http://biblioteca2.uclm.es/biblioteca/ceclm/ARTREVISTAS/Brat
  • MORALEDA Y ESTEBAN, Juan: Guía del viajero en Toledo y su contorno.- Toledo, 1901.
  • ROLDAN, J. M.: Itineraria Hispana. Fuentes antiguas para el estudio de las vías romanas en la Península Ibérica.– Valladolid, 1973. ( Se trata de la  primera edición española en un solo volumen de las fuentes para el conocimiento de las vías romanas en España)
  • SAAVEDRA Y MORAGAS, Eduardo: Discursos leídos ante la Academia de la Historia en la recepción pública de D. Eduardo Saavedra, el día 28 de Diciembre de 1862.—Madrid: Fortanet, 1914. 2* ed.  (Este discurso supuso la primera sistematización del estudio de las vías romanas en España)

_________________________

(1) MENENDEZ PIDAL, Gonzalo : España en sus caminos— Madrid: Caja de Madrid, 1992, p. 35

(2) BELTRAN, Antonio: La red viaria en la Hispania romana: Introducción.– En Simposio sobre la red viaria en la Hispania romana.– Zaragoza: Institución Fernando el Católico, 1990, pp. 45-54

(3)  Texto e imagen tomados de Historia de la arquitectura en España Arquitectura.—En  ArtEspañol.es. Disponible en: http://www.spanisharts.com/arquitectura/roma_ingenieria.html. [Consulta : 20-02-2012]

(4) La obra ha tenido diversas ediciones:  
P. WESSELING, Vetara Romanorum Itineraria.– Amsterdam, 1735.
PARTHEY, G. , PINDER, M.: Itinerarium Antonini Augusti et Hierosolymitanum ex libris manuscriptis.–  Berlín, 1848
CUNTZ, O.: Itineraria Romana, vol. I.–  Leipzig, 1929.

(5) Una mansio, que proviene del latín mansus forma verbal derivada de manere (que significa «lugar donde pasar la noche durante un viaje»), era una parada oficial en una calzada romana, mantenida por el gobierno central para el uso de oficiales y hombres de negocios a lo largo de sus viajes por el imperio. A lo largo del tiempo fueron adaptadas para acomodar a viajeros de toda condición. Estaban separadas unas de otras entre 30 y 50 km.

(6)SAAVEDRA Y MORAGAS, Eduardo: Discursos leídos ante la Academia de la Historia en la recepción pública de D. Eduardo Saavedra, el día 28 de Diciembre de 1862.—Madrid: Fortanet, 1914. 2* ed.  (Este discurso supuso la primera sistematización del estudio de las vías romanas en España)

(7) Miliarios: inscripciones que se encuentran sobre las calzadas en las que se indican el constructor de la vía, y, a veces el punto de origen y final de la misma

Deja un comentario

Abrir chat
¿Podemos ayudarte?